Como todos sabemos, nos encontramos en un periodo de la historia muy importante y a la vez extraño, debido a la pandemia mundial que estamos viviendo provocada por el COVID 19. Ante esta situación mucha gente se está preguntando si la vacunación debería hacerse obligatoria o no. El problema de esta pregunta es que la respuesta no es blanca o negra, sino que se necesita realizar una gran reflexión sobre ella, ya que entran en conflicto la ciencia y la moral.
En el ámbito científico nos encontramos con los científicos que llevan más de un año dedicándose plenamente al estudio de este virus y desarrollando la vacuna, ellos nos informan que se necesita vacunar alrededor del 75% de la población para que se pueda lograr llegar a la deseada nueva normalidad. También nos recuerdan que la vacunación reduciría las posibilidades de un nuevo confinamiento, esto evitaría que la economía empeore más y salvaría muchos empleos, como los que se están perdiendo en el sector de la artesanía o turismo.
En cambio, mucha gente piensa que no se debería obligar a la población a vacunarse si no quieren, ya que gran parte de ellos tienen miedo de la propia vacuna, esto se debe al poco tiempo que se ha tardado en fabricarla, ya que el proceso normal de creación de una vacuna es de aproximadamente 10 y 15 años.
En mi opinión, no se debería de obligar a la población a vacunarse contra su voluntad, sino que se tendría que crear un proyecto dedicado a informar a la gente sobre la vacuna y mantenerles actualizados sobre todos los avances que se hagan. Esto haría que la gente se sintiera más segura ante la idea de recibir la vacuna, porque ya sabrían todos los pasos que se han llevado a cabo y se evitaría que se difundieran bulos sobre ella entre la población.